¡¡Hola, amigos lectores!! A continuación les voy a describir lo que fue para mí el encuentro de ayer en el Santiago Bernabeu. Debo decir que soy madridista confeso, es decir, que es muy probable que mi impresión del partido esté muy polarizada, y encima es mi segunda entrada en un blog en mi vida, pero bueno, siempre hay una primera vez, y en otros blogs será a la inversa.
La verdad es que el partido empezó bastante bien para el Madrid, con un gol a los 30 segundos, gracias a una presión a la salida del balón de los azulgrana. Valdés, en un error que rara vez comete, entregó el balón a Di María, y tras dos disparos y rebotes, Benzema clavó el primero. En ese momento, y viendo los primeros minutos después del gol, pensaba sinceramente que el Madrid iba a ganar claramente. Pero los azulgrana mantuvieron la calma y empezaron a carburar. Es impresionante la facilidad con la que se bloquea el mediocentro madridista, ya que sólo con tapar a Xabi Alonso (imprescindible), el Madrid pierde toda su organización y distribución en el mediocampo, y por lo tanto se queda sin saber como jugar. Y precísamente ante un rival que presiona tan fuerte en campo contrario y cuyo punto fuerte es el manejo de balón de su mediocampo no es lo más aconsejable. Cierto es que el Madrid dispuso de otra clara oportunidad con un disparo de CR7, y que si hubiera entrado el partido hubiera sido muy distinto. Pero no entró. Según transcurrían los minutos el Barça iba llegando cada vez más, y como otras veces fue Messi el que consiguió enlazar varios regates y dar un gran pase a Alexis, que no falló. Y con poco más se acababa la primera parte.
La verdad, esperaba cambios a nivel táctico por parte de Mourinho, pero salió con lo mismo. Y el Barça, claro, siguió a lo mismo. Bandas bien abiertas, y encima el Madrid, fruto del cansancio, iba a peor en la presión, por lo tanto más comodidad para jugar. El Barça llegaba, pero no con mucho peligro. Y el segundo gol del Barça llegó en una jugada con muchísima suerte. Un balón que se pega para terminar las jugadas y que se suele ir a tomar viento, se envenenó de tal forma que entró increíblemente pegado al otro palo al que se había tirado Casillas. Y este mazazo fue definitivo para un Madrid, que estuvo muy revolucionado durante todo el partido y fue incapaz de gestionar una ventaja, que bien gestionada podría haber terminado con un resultado contundente para los merengues. Después de este gol el Barcelona se hizo con el partido, con Iniesta y Dani Álves sobresalientes. La jugada antes del tercero Cristiano tuvo el empate a dos, partiendo de un centro de Xabi Alonso en el que se le marchó el remate de cabeza. Parecía que iba a entrar, pero se marchó lamiendo el palo. Si hubiera entrado, el partido habría cambiado considerablemente. Y a la jugada siguiente, llegó el tercero para los de Guardiola, con un centro de Álves que Cesc se encargó de colocar en la meta madridista. Coentrao estuvo bastante bien durante la primera parte, y en la segunda parte bajó bastante, evidenciando que en partidos de tanta relevancia no puede ocupar el lateral derecho. Perdió la marca de Cesc en el tercero, e Iniesta le tuvo mareado durante toda la segunda parte. Pudo llegar algún gol más por parte del Barça, pero no llegó. Y así terminó el partido. Otro año más que se llevan la victoria del Bernabeu.
He de decir que el arbitro estuvo correcto en sus funciones, ya que si hubiera ido a sacar tarjetas desde el primer minuto posiblemente más de uno no hubiera terminado el partido. Un partido de tanta relevancia no te lo puedes cargar a las primeras de cambio. A parte del arbitro, he de decir que no hubo sobresaltos en lo que respecta a factores externos (entrenadores, segundos entrenadores, etc).
Si el Madrid quiere ganar al Barcelona, creo que lo único que le hace falta a este gran equipo es creerselo un poquito y quuitarse ese complejo de que el Barça es superior. Parece que hay una barrera psicológica que impide al Madrid jugar como sabe cuando el Barça está delante. Es impresionante como un equipo que, en otras ocasiones, mata partidos sin casi tener ocasiones, le hacen falta mil y una para meter un gol al Barça. Jugaron superrevolucionados, lo que les hace sentirse incomodos. Y eso, contra el Barça se paga con la derrota, proque cuando las cosas se ponen en contra, esa tensión de más te atenaza, y te impide jugar con la tranquilidad necesaria. Y si el entrenador no te ayuda, como ayer (no dudo de que Mourinho es un grandísimo entrenador, posiblemente el mejor del mundo), en el que no estuvo afortunado con los cambios, pues la cosa se antoja muy difícil.
Sin embargo, debo decir que el madridismo no debe perder la fe en ningún momento en ningún miembro de este equipo, porque estoy convencido de que nos esperan grandes triunfos en el futuro.